LA VIDA SECRETA DE WALTER MITTY
LA AVENTURA DE VIVIR
En estos tiempos de crisis y pesimismo es agradable disfrutar de cintas cálidas y de mensaje esperanzador que nos reconcilien con la vida e, incluso, con el mismo séptimo arte.
Por fortuna y aunque sea muy de vez en cuando surgen este tipo de historias, films que nos recuerdan la necesidad de mirar la vida con otros ojos, desde otra perspectiva acorde con nuestros anhelos y deseos. La vida secreta de Walter Mitty es un claro ejemplo de este tipo de narrativa, un salvavidas directo a nuestros más profundos sentimientos cargado de una emotividad desbordante, vitalista y sí, también necesaria.
Con destellos de la reciente La Vida de Pi, Big Fish e incluso la soberbia Forrest Gump (homenaje incluido), Ben Stiller borda el papel protagonista, un iluso trabajador de una conocida revista cuyo cierre es inmediato, a cargo de un directivo sin escrúpulos incapaz de valorar el esfuerzo realizado por los trabajadores durante tantos años.
Un pequeño contratiempo, vital para salvar el prestigio del magazine, le llevará a emprender una aventura más grande que la vida misma, a enfrentarse con peligros inimaginables y, de paso, reencontrarse con su cara más desconocida, irónicamente su verdadero yo.
Lo más curioso es que detrás de esta pletórica fantasía (muy bien dirigida por el propio Stiller) se encuentra, quizá, una de las mejores reflexiones sobre la injusta situación y drama de incontables personas, tan visible en nuestros días. Un certero análisis del momento presente, disfrazado de mágica fábula sobre la superación y el triunfo frente a miedos y adversidades. Y, la verdad, hacía mucho tiempo que una cinta no consumaba esas ambiciones con tanta originalidad (impresionante el momento “publicitario” de frases impresas en el aeropuerto) como el film que nos ocupa. ¿Qué tiene defectos? Desde luego, pero es de esas obras que llegan tan dentro que se les perdona cualquier achaque.
Una cinta con alma, ideal tanto para los que sueñan despiertos como para los que no se rinde e insisten en perseguir sus sueños. Y sobre todo, para aquellos soñadores que lo dan todo por perdido.
diciembre 22, 2013 a 17:12
Fantástica crítica. Me ha encantado todo lo que comentas, especialmente el último párrafo.
Un saludo!